Entrevista ENARD

El deporte argentino necesita planificación y apoyo a largo plazo

La visión de un entrenador comprometido con el futuro del deporte argentino 

Nicolás Solito, entrenador de levantamiento olímpico de pesas en la Federación Argentina de Pesa , creció inmerso en el deporte. Hijo de un entrenador y dirigente, su vida siempre estuvo vinculada a la actividad física. Tras una carrera como deportista y profesor de educación física, encontró en el levantamiento de pesas su verdadera vocación.

Con una trayectoria que abarca desde el ámbito municipal hasta la preparación de atletas olímpicos, Solito ha sido testigo de la evolución y los retos del deporte argentino. Con pasión y compromiso, sigue trabajando por un sistema deportivo que valore el esfuerzo de los atletas y fomente su desarrollo a largo plazo.

¿Qué te inspiró a convertirte en entrenador? ¿Cómo y cuándo llegaste al ENARD?

Vengo de una familia que está muy involucrada en el deporte, en este caso al levantamiento olímpico de pesas. Mi papá es entrenador y dirigente de la federación. A lo largo de mi vida fui haciendo distintas actividades deportivas, pero me incliné hacia el levantamiento de pesas. Hice una carrera como deportista y me recibí de profesor de educación física.

En el 2014, a través de un proyecto municipal, comencé a trabajar como entrenador en una escuela deportiva ubicada en Avellaneda. A partir de la aprobación de los Juegos Olímpicos del 2018, inicie un proyecto de cuatro años (desde el 2014 al 2018), de entrenar a jóvenes promesas en levantamiento de pesas para que llegaran a los Juegos Olímpicos.

¿Qué cambios notaste en cómo se preparan los deportistas argentinos desde que se dejó de financiar el ENARD?

El problema del desfinanciamiento, no solo es económico, sino también conceptual. Que el financiamiento viniese de fondos privados, le daba al ente un funcionamiento autárquico, de lo que eran las cajas y de la política partidaria que en ese momento estuviese. Entonces permitía hacer proyectos individuales, como fue el proyecto 2018, donde independientemente de quien gobernara había una estrategia de fondo autosuficiente que permitía financiar ese proyecto para alcanzar el objetivo: que a fin de cuentas no respondía a una cuestión política, sino una cuestión coyuntural deportiva, que era tener una generación de atletas exitosos para un evento deportivo local.

Obviamente, este desfinanciamiento y esa unificación con la estructura nacional hizo que esto cayera en un interés partidario político, donde las modificaciones y los financiamientos quedan atados a la orden del día del gobierno de turno. Lamentablemente, hay distintas decisiones que afectan al deporte desde una índole política y no quizás tanto desde una índole económica.

En consecuencia de este desfinanciamiento, se perdió la posibilidad de armar proyectos deportivos especiales que no dependan de las decisiones políticas, es decir, tener una estructura deportiva funcional con atletas de alto rendimiento que no dependa de los intereses del gobierno de turno.

Según tu experiencia, ¿Qué problemas principales enfrentan hoy los deportistas olímpicos argentinos en cuanto a recursos y apoyo?

Desafortunadamente, los problemas que enfrentan los deportistas olímpicos son todos en cuanto a recursos y apoyo.

Por empezar, no hay una estructura federal que permita que los deportistas de alto rendimiento que residen en provincia tengan igualdad de condiciones que los que entrenan en el CENARD.

No hay un desarrollo de infraestructura de nivel para un montón de deportes que lo requieren y que no tienen las condiciones necesarias para poder entrenarse a la par de países que son nuestra competencia y que terminan ganando por esas cuestiones.

Fundamentalmente necesitamos que exista un plan nacional deportivo con una visión a ocho años sin depender de que gobierno tenga que llevarlo adelante, que se pueda sostener y que permita una retroalimentación para poder mantener estructuras deportivas a largo plazo.

¿Cómo afecta a los deportistas, en lo emocional, tener menos recursos para entrenar y competir? ¿Crees que la falta de dinero ha hecho que los jóvenes que quieren ir a los Juegos Olímpicos se desanimen?

El mundo del deporte de alto rendimiento en lugares donde muchas veces nace el verdadero talento son lugares humildes. Parte del sueño de un chico que con mucho esfuerzo y con un gran acompañamiento y desarrollo deportivo va a lograr un objetivo, un sueño, que es llegar a un Juego Olímpico.

Para que ese sueño se sostenga, el entrenador tiene que poder trabajar a pleno con ese atleta, para ello tiene que estar en una estructura donde pueda entrenar plenamente y no tener un sistema educativo disociado del sistema deportivo donde el chico tiene que pedir permiso en el colegio para poder hacer un deporte de alto rendimiento.

Muchas veces la realidad socioeconómica, ya sea de su hogar o de su entorno no le permiten la plenitud económica que él quisiera para poder dedicarse al deporte, entonces tiene que trabajar de forma parcial y las becas que obtienen en ese periodo formativo pocas veces son las que alcanzan para poder sostenerlo.

Aquellos que por ejemplo viven en el CENARD saben que tiene muchas falencias y que si bien cubre una cuota económica en cuanto a tener un lugar donde vivir y un lugar donde comer, eso tiene un valor intrínseco obviamente. Se ve muy relativizado a partir de cuáles son las condiciones para dormir y alimentarse.Debido a ello, muchos atletas comienzan a cuestionarse qué tanto vale la pena.

Entonces todo eso empieza a erosionar la cabeza del atleta, donde empieza a ver que su realidad, no es la realidad de todos y donde comienza a ver que el esfuerzo que tiene que hacer es el triple del que le habían dicho que tendría que hacer para cumplir su sueño. Además, vivimos en un país que es el mundo del revés y donde los atletas que deberían ser personas altamente destacadas, pasan a ser entes anónimos hasta que logran algún objetivo mediático.

Se carece mucho de la idiosincrasia del éxito, en Argentina vivimos del exitismo que es el resultado. La gente no entiende el deporte y como no lo entiende, no defiende lo que tiene que defender del mismo.

Entonces, sí afecta mucho en lo emocional a los atletas no contar con los recursos necesarios, porque si en un momento donde había recursos mucho de esto afectaba, cuando no hay recursos al chico no le queda otra que cuando alcanza cierto nivel tener que elegir y en la vida uno siempre va a elegir la subsistencia. Prefieren la subsistencia de sus seres queridos muchas veces por encima del deporte, porque el sacrificio que uno hace como como deportista pocas veces se ve reflejado en algún lado que valide todos esos años de haber sufrido el ninguneo y el anonimato y la falta de apoyo.

¿Qué pensas que se debería hacer para cambiar esto y que los atletas argentinos mejoren en competencias internacionales como los Juegos Olímpicos?

Mi sueño y el de muchos de mis compañeros, es tener un país con un programa nacional digno, claro, establecido para cada deporte.

En el panorama con el que contamos hoy para armar una estructura deportiva, separan entre deportes de conjunto y deportes individuales. Pero si le preguntas a alguien si el remo, el levantamiento de pesas, el atletismo o la equitación son similares, te van a decir que no, aunque todos sean deportes individuales. Sin embargo, en la estructura deportiva nacional, estos se tratan de la misma manera.

Lo que necesitamos es un plan nacional, con un consejo deportivo que realmente entienda las particularidades de cada disciplina. Que se involucren, que conozcan los deportes y, a partir de eso, armen un plan de desarrollo a largo plazo. Yo creo que mínimo tiene que ser de ocho años, y después proyectar otros ocho más. Es decir, un plan de 16 años para que, con el tiempo, haya una estructura a nivel nacional que permita unificar criterios, y que las secretarías de Educación y Deporte trabajen juntas de forma articulada. Educación y deporte tienen que ir de la mano, y si se puede sumar salud, mejor. La idea es que desde la escuela los chicos puedan conocer qué deportes hay en el país, tanto a nivel regional como nacional.

Otra cosa fundamental es la detección de talentos. Necesitamos un plan nacional de detección, que nos permita entrar a las escuelas. No nosotros como entrenadores, sino los propios docentes, que puedan evaluar a los chicos, ver sus capacidades y guiarlos hacia el deporte en el que pueden destacarse.

Entonces, si logramos desarrollar la infraestructura necesaria, junto con un sistema de detección de talentos y una buena capacitación para los entrenadores, en unos ocho años ya tendríamos una base sólida de deportistas. Después, claro, va a haber un recambio, y eso nos permitiría que en otros ocho años más empiecen a aparecer los primeros atletas que forman una estructura deportiva nacional autosuficiente, con apoyo y las condiciones necesarias para conseguir buenos resultados. Porque acá el atleta tiene que poder vivir del deporte, no hacerlo como algo secundario.

Lo que falta acá es gente que quiera hacer deporte por el deporte en sí, y no por las decisiones políticas del momento. Es un proceso largo, de 16 años, donde se necesita mejorar la infraestructura a nivel nacional y abrirla a todo el país. Lo que tenemos que hacer es empezar con la detección de talentos, formarlos, desarrollarlos. Lo que va a permitir la primera cara visible para que en una segunda selección de atletas se encuentren los deportistas que finalmente entren en un sistema permanente, porque esto obviamente sería el puntapié, hay que sostenerlo en el tiempo. En fin, lograr un sistema permanente de generación de atletas exitosos.

© 2024
 CADDAGonzalo Miranda Palacios, Gaspar Oviedo, Marco Roberti e Ignacio Zubiaga
 ENARD:
 Catalina Astoviza, Juana Robbio, Constanza Barrientos y Milagros Amorosino.

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